jodido, pero es lo que hay.

Hace ya tiempo que no estamos juntos y mírame, sigo escribiéndote. En cambio tu ya no lo haces para mí. Tus palabras bonitas junto con tu corazón ya tienen otra dueña. El caso es que yo ya no te escribo como antes. Que sí, que reconozco que te echo de menos, pero no es de la misma forma. Con el tiempo toda herida cicatriza, pero no llega a curarse. Y tú eres una cicatriz profunda de mi corazón, que duele como duele de vez en cuando cualquier herida. Sin embargo, empiezo a pensar que nunca me has echado de menos. Que no hay ninguna cicatriz mía en tu corazón. Y es cuando empiezo a pensar si realmente me quisiste. Probablemente lo que más me jode de todo no es el hecho de que ya tengas a otra, si no el hecho de que tú me hayas marcado tanto y yo para tí tan sólo haya sido una más de tu lista.
Ojalá me equivoque, y aunque sea un poquito, me eches de menos.