Me acostumbré a tenerte lejos

Cuando crees que al final se ha marchado, que el dolor se ha desvanecido, que por fin has olvidado...  el destino te juega una mala pasada, hueles su colonia, escuchas esa canción o lees en algún lado esa frase que te dijo. Y entonces en cuestión de milésimas de segundo pasan miles de imágenes por tu cabeza. Miles de recuerdos. Y entonces vuelves a pensar que fue lo que hiciste mal. Y es cuando deseas tener mala memoria, para poder enterrar todo y que esa herida, no vuelva a sangrar más... Lo bueno, es que tan rápido como ha venido, el recuerdo se marcha, hasta que le de por volver una vez más.