Está claro que cuando una persona se va de tu vida duele. Al fin y al cabo no puedes hacer nada para evitarlo. Ha decidido irse y punto, no puedes obligar a nadie a que se quede a tu lado, por mucho que duela. Pero, ¿y si le damos la vuelta al problema? ¿Qué pasa si te ves obligado a salir de la vida de alguien por mucho que te cueste? Dicen muchos la frase esa de hay veces que hay que dejar de pensar en qué queremos y pensar en aquello que nos merecemos. Hay veces en las que mereces algo mejor que golpes constantes y te ves obligado a marcharte. Que fluya el tiempo y que te pase todo.
Yo he tenido que marcharme. Incluso la persona más enamorada, termina cansándose de dar y no recibir nada. Pero tú, tú no te has ido. Sigues aquí a cada instante en cada uno de mis pensamientos. No vas a irte nunca. Simplemente, dolerá menos.
SERENDIPIA. Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.
Te convenceré con millones de sonrisas:)
Todo lo que hay escrito en este blog, ha sido escrito por mí -a no ser que se indique lo contrario- producto de mi cabeza y de mis sentimientos NO LOS VUESTROS. Con esto quiero decir que disfrutéis de lo que escribo, pero que no lo copiéis como mérito propio. Gracias a todos simplemente por entrar.
"No me digas que el cielo es el límite si hay pisadas en la Luna"
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