Recuerdo cuando al verte lo primero que hacía era abrazarte. Un abrazo largo, fuerte, para sentirte cerca de mí. Siempre me preguntabas, ¿Qué haces? Y sonreías. Abrazarte. Te abrazaba para sentir que no te ibas a marchar nunca. Porque aunque en ese momento lo viera lejos, se sabe que todo termina y que algún día lo terminarías haciendo. Te abrazaba porque no sabía si iba a volverte a ver, ¿y si era la última vez que te veía? De hecho, no he vuelto a verte y entonces es cuando sólo me queda, el recuerdo del último abrazo que te di. Y la sonrisa que se me dibuja al recordarlo. Y la esperanza de que ese, no sea nuestro último abrazo.
SERENDIPIA. Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.
Te convenceré con millones de sonrisas:)
Todo lo que hay escrito en este blog, ha sido escrito por mí -a no ser que se indique lo contrario- producto de mi cabeza y de mis sentimientos NO LOS VUESTROS. Con esto quiero decir que disfrutéis de lo que escribo, pero que no lo copiéis como mérito propio. Gracias a todos simplemente por entrar.
"No me digas que el cielo es el límite si hay pisadas en la Luna"
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Un beso <3.