Tendemos a imaginar cosas que no han llegado a ocurrir nunca y lo curioso es que llegamos a echar de menos cosas que tan sólo fueron ciertas en nuestra imaginación. Pero, ¿quién no se ha dedicado alguna noche a imaginar, en lugar de dormir? A soñar, pero con los ojos abiertos. Hay tantas cosas que me hubiera gustado hacer y no tuve tiempo. Tenía tanto que darte y sin embargo me quedé con un montón de ilusiones rotas. Me hubiera encantado pasar una noche contigo. Y no buscando hacer nada más allá que el simple hecho de dormir abrazada a ti. Y de poder despertarme ser tú lo primero que viese. Tu sonrisa. También me hubiera gustado ver cualquier película en tu casa, o en la mía, tumbados en el sofá y poder comentarla o... dejar de hacerle caso a la película, para besarnos. También me hubiera gustado una cena. Y no en sitios caros, me hubiera gustado comer y comer hamburguesas de un euro tirados en cualquier parque y poder ver después las estrellas. Y por qué no, haber ido a la playa. Y tener un reportaje de cien mil fotos contigo, para luego poder pasarme horas viéndolas mientras te echaba de menos. Y por qué no, ¿ir de compras? probarme lo que más te gustara y elegirte lo que tendrías que llevar, Verte cada día y que formaras parte de mi rutina. Y todo esto, sin buscar un amor de película, porque contigo cualquier instante lo hubiera superado.
Me dijiste que nos quedaban muchos momentos juntos, y sin embargo, sólo me puedo limitar a imaginar todo lo que me hubiera gustado vivir, contigo...
Puede que algún día incluso deje de escribirte...
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Gracias, simplemente por tu visita.
Un beso <3.