Te convenceré con millones de sonrisas:)

Todo lo que hay escrito en este blog, ha sido escrito por mí -a no ser que se indique lo contrario- producto de mi cabeza y de mis sentimientos NO LOS VUESTROS. Con esto quiero decir que disfrutéis de lo que escribo, pero que no lo copiéis como mérito propio. Gracias a todos simplemente por entrar.
"No me digas que el cielo es el límite si hay pisadas en la Luna"

domingo, 9 de marzo de 2014

Solo conocerás a dos tipos de personas, las que un día echarás de menos, y todas las demás.

Por nuestra vida pasarán cientos de personas. Casi todas ellas llegan por casualidad, pero por desgracia (o por suerte en algunos casos) no todas llegan para quedarse. Algunas pasan desapercibidas. Otras dejan huella, y otras sin embargo pisan. Hay personas que en poco tiempo, demuestran más que las que llevan toda una vida a tu lado. Están las que no te fallan nunca, pase lo que pase. Otras que te fallan en el momento más inesperado. Y hay otras que te sorprenden, pero para bien. El caso es que nuestra vida debe ser como una puerta abierta, donde entre quien quiera entrar y salga quien quiera irse. Lo importante y la clave de todo es que quién esté a tu lado esté porque realmente quiere hacerlo. No podemos obligar a nadie a quedarse. Si no quieren estar a nuestro lado, por mucho que nos duela, hay que dejarlos marchar. Quizás son de ese tipo de personas de las que esperamos más simplemente porque nosotros somos capaces de hacer mucho más por ellos. Y al igual que no hay que obligar a nadie a quedarse, tampoco podemos auto convencernos de que se queden con nosotros personas que sabemos que nos hacen daño. Los que no te aporten, simplemente deben apartarse, por mucho que nos duela. 
Una pérdida siempre duele, de eso no cabe duda y que no hay nada peor que echar de menos a alguien que se marcha de tu vida. Al fin y al cabo, dentro de todas las personas que pasen por tu vida, habrá dos tipos de personas, las que un día eches de menos, y todas las demás.  Pero hay pérdidas que a la larga se convierten en ganancias y tu vida, no debe depender nunca de si alguien llega, o se va. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Tears stream down your face, when you lose something you can't replace

2920 días sin ti, pero conmigo. 2920 días sin oír tu risa, sin tocar tus manos, sin poder abrazarte. Llevo echándote de menos 2920 días, todos y cada uno de ellos. Dicen que el tiempo cura las heridas, sin embargo cuánto más tiempo pasa, más falta me haces. Han pasado 2920 días, pero perdí la cuenta de las lágrimas. Es que todavía no me hago a la idea de que aún me quede toda una vida sin verte. Me gustaría poder cambiar tantas cosas... Poder decirte que te quiero a ti, y no a una foto. Poder contarte hasta la cosa más tonta, y que me escuches, y poder oír tu voz, la que ya apenas recuerdo...

Aunque no pueda verte, sé que estás conmigo. Que no me has faltado en ninguno de estos 2920 días, ni me faltarás nunca, por que eres mi ángel y te siento aquí. Y puede parecer una estupidez, pero sé que desde donde estés me haces la vida más fácil. Te quería, te quiero y te querré como a nadie. Y no habrá nadie que me quiera como tú, ninguna.

domingo, 2 de marzo de 2014

Todo era tan diferente cuando estabas tú

Una vez leí, que si la vida nos pone ante situaciones complicadas es porque somos capaces de superarlas... sin embargo muchas veces tengo la sensación de vivir algo que no me corresponde. Que esto es un mal sueño del que tú me vas a despertar, porque dijiste que volverías. Que me abrazarás, consiguiendo unir todos los pedazos que dejaste al irte, y que te quedarás conmigo, porque no necesito nada más que verte cada mañana aquí.
Dicen que no hay mal que por bien no venga, y eso es mentira. Llevo casi ocho años buscando algo bueno entre todo este vacío. Que sí, que el dolor cambia a la gente y te hace más fuerte, pero que cojones me importa. Preferiría cien mil veces tenerte a mi lado a que me digan que qué fuerte soy. Daría cualquier cosa porque mi vida fuera distinta y cualquier cosa porque estuvieras aquí.

Me gustaría decir mucho más, me gustaría decir que a veces me arrancaría la piel, me gustaría decir que no puedo pensar en él porque sólo pensar que no está me vuelve loco. O sea, me da pánico la idea de que en un momento dado del día, me apetezca preguntarle algo, incluso la cosa más tonta, no tiene por qué ser importante a la fuerza, y no lo encuentre. No encontrarlo nunca más. Aunque algunas veces me imagino que me está escuchando de todos modos, y entonces le hablo...
Ese instante de felicidad, Federico Moccia.